











Desde que llegué allí pude notar la primera gran diferencia. En cada aldea los niños tienen su propio espacio, no son concentrados todos en un edificio donde comen, juegan y aprenden al mismo tiempo, eliminando a mi modo de ver, la sensación de que su lugar en el mundo se diluye en la inmensidad de éste. Otra gran diferencia es que a cada grupo de niños hermanos de sangre se les asigna un hogar con su respectiva madre sustituta compartiendo el espacio solo con sus hermanos o con otro grupo de hermanos de sangre dandoles la idea de que es saludable crecer con sus propias individualidades sin necesidad de sentirse segregados o por el cpontrario mimetizados con el resto. Por otro lado en cada hogar la organización provee cada uno de los elementos básicos para su crecimiento y convivencia: TV en la sala, computadora, juguetes y la posibilidad de realizar otras actividades recreativas tan solo al salir a su patio trasero. Otra gran diferencia es que al colocar a los niños dentro de un ambiente familiar a través de sus madres sustitutas y lo que llaman tías de apoyo les brinda la oportunidad de crecer en condiciones diferentes, la organización promueve a través de éstos elementos la convivencia familiar incluyendo vacaciones. Los niños además van a las escuelas públicas donde conviven con otros niños y tienen la oportunidad de interactuar con el mundo que les rodea de manera que puedan tener el deseo o convicción de convertirse en profesionistas e independizarse para recorrer ese mundo.
Podría continuar listando todas las diferencias encontradas entre SOS y otras organizaciones de su tipo pero me tomaria mucho más tiempo, tal vez sea mejor idea investigar acerca de ellos y su labor y poder distinguir estas diferencias con sus propios ojos.
www.sos-childrensvillages.org
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