Mi visita a Los Angeles parecía en extremo aburrida en un inicio, no me imaginaba visitando Hollywood y esas cosas. La finalidad sobre todo al ir ahí era comprar una cámara digital SLR y desde que llegué no pensé en ninguna otra cosa hasta que descubrí que éste lugar tiene su encanto. Al final, cuando llegó la hora de partir puedo decir que de verdad no quería, la gente que conocí me pareció tan divertida e interesante que me quedó la idea de que si esperaba un poco más de tiempo seguro descubriría muchas más divertidas historias.
A Peak la conocí por el sitio de la comunidad virtual de viajeros Couch Surfing y desde que comenzamos a escribirnos frecuentemente después de que ella aceptara ser mi host en la ciudad, descubrimos enormes similitudes entre ambas empezando por que ella también es fotógrafa y siente una enorme pasión por el viaje y la música. Esta sería mi primera surfeada en un couch lo cual a la par de la compra de una nueva cámara me generaba una ansiedad enorme para viajar hasta alla. Resultó que la conexión experimentada por los muchos correos y mensajes intercambiados antes no era una ilusión para nada y aunque no conocí ningún lugar turístico (salvo Venice Beach tal vez) la experiencia fué realmente rica y divertidísima. Peak me dejó conocer el lado más cool del lugar al presentarme a sus super buena onda e interesantes amigos, ella misma es un pan y una persona interesantisima.
Regresé a México con una nueva cámara y con una nueva amiga con quien pude y aún puedo compartir un monton de cosas que me hacen el día. Desde entónces me muero de ganas por regresar a Los Angeles.
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